ESPACIO PARA EL CORAZÓN

Meditación y mindfulness

Ante la situación que estamos viviendo, es importante controlar la mente para no dejarnos llevar por pensamientos negativos que nos generan estrés, miedo y presión. ¿Cómo podemos hacerlo? A través de la meditación. Somos conscientes de las innumerables ventajas que aporta, por ello en este rincón no puede faltar una sección que haga alusión a la misma. “A través de la meditación tenemos el poder de cambiar la mente”, ésta nos ayuda a crecer interiormente.

La meditación es un momento de reflexión y contemplación, es un viaje hacia el interior. El Mindfulness es una rama de la meditación que consiste en practicar la atención plena en la vida diaria. Consiste en dirigir la atención hacia la respiración, concentrarse en ella, y aceptar cada uno de los pensamientos y sensaciones que nos aparecen, dejándolos ir.

¿Qué hace falta para meditar?

Es sencillo meditar, simplemente tienes que sentarte en silencio, solo o acompañado. Para empezar busca una silla con respaldo recto porque si es muy cómoda, puede que al principio te entre sueño y que incluso te duermas. Es aconsejable llevar ropa cómoda y no cruzar los brazos ni las piernas. Si lo deseas, puedes poner música suave de fondo. 

Beneficios de la meditación

Desafortunadamente, a la edad de siete u ocho años muchos niños encuentran dificultades para aprender estos métodos. Cuanto antes empecemos mejor, puesto que influye favorablemente en los resultados académicos: mejora la concentración, las dotes artísticas se desarrollan y pueden dar rienda suelta a su fantasía de forma más constructiva.

Además, meditar tiene otros múltiples beneficios:

• Ayuda a relajar y descansar nuestra mente, bajando los niveles de ansiedad y depresión.
• Facilita y mejora la calidad del sueño.
• Mejora el estado anímico y la estabilidad emocional.
• Mejora la salud en general: relaja la tensión muscular, reduce la presión sanguínea...
• Aumenta la capacidad de concentración.
• Activa zonas del cerebro asociadas con sentimientos de
• solidaridad, amor altruista y empatía, a la vez que reduce la región del cerebro involucrada en el proceso del miedo.